Santiago, 1 de diciembre de 2005
Estimado(a) vecino(a) de Tunquén,
Me dirijo a usted para informarle que he decidido renunciar a mi función de Presidente de la Junta de Vecinos de Tunquén con fecha de hoy. Seguiré atendiendo las tareas rutinarias de dicha función hasta fines del mes, para dar oportunidad a la comunidad de conformar un nuevo directorio.
La razón esencial de mi renuncia es que a mi entender se ha ido gestando una situación cada vez más inmanejable, especialmente para una sola persona, y que mi permanencia está contribuyendo a agravar dicha situación y a postergar una solución real. Me refiero en esencia al creciente número de tareas que se confían a la directiva, los escasísimos recursos en personas y financieros con que ésta cuenta y el compromiso inconsistente de demasiados vecinos que demandan mas servicios pero se hacen rogar para pagar los bajísimos cuotas a la comunidad. Acontecimientos extraordinarios, pero que podrían repetirse en el futuro, como el incendio de la casa de Pedro Salas y el posterior asalto a Pedro y su señora han dejado en evidencia la debilidad actual de la comunidad para ofrecer soluciones satisfactorias a éstas y futuras desafíos. Mayores antecedentes sobre esta materia puede usted encontrar en el informe de la reunión de emergencia que despaché el fin de semana recién pasado.
En el momento de aceptar mi nombramiento en abril de 2004 advertí claramente a los asistentes a la Asamblea General que tenía ciertas limitaciones derivadas de mi estado de salud y insistí que se nombraran como mínimo también un secretario y un tesorero para completar la directiva, pero la Asamblea no hizo eco de esta insistencia. Posteriormente recibí el desinteresado ofrecimiento de Víctor Ossa para seguir cumpliendo mientras tanto las tareas de tesorero de la parcelación el Rosario y sin cuya ayuda hubiera tenido que tirar la toalla hace bastante tiempo. Los representantes de las otras dos parcelaciones que fueron nombrados en ese entonces básicamente se dedicaron a atender las necesidades particulares de su sector, lo que es natural. Según la ley el nombramiento es por un año pero ya llevo 20 meses y creo que es un buen momento para mi reemplazo.
Supongo que ya debe haberle llegado un mensaje de Pedro Salas en donde él divulga entre los vecinos un intercambio de e-mails entre el y el suscrito ocurrido en los últimos dos días. Quisiera asegurarle que este hecho no es el motivo principal de mi renuncia, aunque sin lugar a duda ayudó al adelantar mi decisión. Lamento de veras este nuevo sobresalto que estamos causando. Puede ser que no encontré el momento y el tono adecuados para comunicar a Pedro mis inquietudes y si fuera así le ofrezco mis disculpas. Pero también lamento que estas comunicaciones fueron dadas a la luz pública porqué a mi entender podrían haberse perfectamente aclaradas en una discusión privada. Entiendo que Pedro ha estado bajo una tremenda presión pero quisiera asegurarles que sus desventuras me han tenido muy preocupadas y tensionadas, y que hice todo lo posible para ayudarle en superarlas. Por lo tanto, mi renuncia tampoco debe interpretarse como un medio de presión para ganar la comunidad por mis pareceres, aún cuando éstos son muy distintos de aquellos de Pedro. Muy por lo contrario, no quisiera que este malentendido dividida la comunidad y la distrae de las importantes tareas por emprender.
Cabe entonces dar vuelta a la página y iniciar una nueva etapa en la consolidación de nuestro querido Tunquén. Recientemente varios vecinos han insistido en la necesidad de realizar una Asamblea General a la mayor brevedad. Pido a ellos y demás vecinos con iniciativa organizar dicha asamblea para los próximos días. Con mucho gusto prestaré mi colaboración suministrando las direcciones de los vecinos de que dispongo, y obviamente, mediante un detallado rendición de cuentas de la gestión realizada.
Le saluda atentamente,
Johannes Heirman,
Presidente saliente de la Junta de Vecinos de Tunquén
Estimado(a) vecino(a) de Tunquén,
Me dirijo a usted para informarle que he decidido renunciar a mi función de Presidente de la Junta de Vecinos de Tunquén con fecha de hoy. Seguiré atendiendo las tareas rutinarias de dicha función hasta fines del mes, para dar oportunidad a la comunidad de conformar un nuevo directorio.
La razón esencial de mi renuncia es que a mi entender se ha ido gestando una situación cada vez más inmanejable, especialmente para una sola persona, y que mi permanencia está contribuyendo a agravar dicha situación y a postergar una solución real. Me refiero en esencia al creciente número de tareas que se confían a la directiva, los escasísimos recursos en personas y financieros con que ésta cuenta y el compromiso inconsistente de demasiados vecinos que demandan mas servicios pero se hacen rogar para pagar los bajísimos cuotas a la comunidad. Acontecimientos extraordinarios, pero que podrían repetirse en el futuro, como el incendio de la casa de Pedro Salas y el posterior asalto a Pedro y su señora han dejado en evidencia la debilidad actual de la comunidad para ofrecer soluciones satisfactorias a éstas y futuras desafíos. Mayores antecedentes sobre esta materia puede usted encontrar en el informe de la reunión de emergencia que despaché el fin de semana recién pasado.
En el momento de aceptar mi nombramiento en abril de 2004 advertí claramente a los asistentes a la Asamblea General que tenía ciertas limitaciones derivadas de mi estado de salud y insistí que se nombraran como mínimo también un secretario y un tesorero para completar la directiva, pero la Asamblea no hizo eco de esta insistencia. Posteriormente recibí el desinteresado ofrecimiento de Víctor Ossa para seguir cumpliendo mientras tanto las tareas de tesorero de la parcelación el Rosario y sin cuya ayuda hubiera tenido que tirar la toalla hace bastante tiempo. Los representantes de las otras dos parcelaciones que fueron nombrados en ese entonces básicamente se dedicaron a atender las necesidades particulares de su sector, lo que es natural. Según la ley el nombramiento es por un año pero ya llevo 20 meses y creo que es un buen momento para mi reemplazo.
Supongo que ya debe haberle llegado un mensaje de Pedro Salas en donde él divulga entre los vecinos un intercambio de e-mails entre el y el suscrito ocurrido en los últimos dos días. Quisiera asegurarle que este hecho no es el motivo principal de mi renuncia, aunque sin lugar a duda ayudó al adelantar mi decisión. Lamento de veras este nuevo sobresalto que estamos causando. Puede ser que no encontré el momento y el tono adecuados para comunicar a Pedro mis inquietudes y si fuera así le ofrezco mis disculpas. Pero también lamento que estas comunicaciones fueron dadas a la luz pública porqué a mi entender podrían haberse perfectamente aclaradas en una discusión privada. Entiendo que Pedro ha estado bajo una tremenda presión pero quisiera asegurarles que sus desventuras me han tenido muy preocupadas y tensionadas, y que hice todo lo posible para ayudarle en superarlas. Por lo tanto, mi renuncia tampoco debe interpretarse como un medio de presión para ganar la comunidad por mis pareceres, aún cuando éstos son muy distintos de aquellos de Pedro. Muy por lo contrario, no quisiera que este malentendido dividida la comunidad y la distrae de las importantes tareas por emprender.
Cabe entonces dar vuelta a la página y iniciar una nueva etapa en la consolidación de nuestro querido Tunquén. Recientemente varios vecinos han insistido en la necesidad de realizar una Asamblea General a la mayor brevedad. Pido a ellos y demás vecinos con iniciativa organizar dicha asamblea para los próximos días. Con mucho gusto prestaré mi colaboración suministrando las direcciones de los vecinos de que dispongo, y obviamente, mediante un detallado rendición de cuentas de la gestión realizada.
Le saluda atentamente,
Johannes Heirman,
Presidente saliente de la Junta de Vecinos de Tunquén
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